César Chávez, co-fundador del United Farm Workers fue un reconocido y respetado líder de consciencia que lucho para defender los derechos humanos de los trabajadores agrícolas en Estados Unidos. Su movimiento alcanzo muchos logros y mejoras para los trabajadores agrícolas y sirvió como en ejemplo para otras luchas de campesinos por el mundo entero.
Tal vez desconocido para la mayoría de los ciudadanos estadounidenses, en 1998, desde el 30 de enero hasta el 4 de abril, Estados Unidos celebró oficialmente una Temporada Nacional de No Violencia. La primera fecha marcó el 50 aniversario del asesinato de Mahatma Gandhi y el segundo, el 30 aniversario del asesinato del Rev. Martin Luther King. Que ambos pacificadores fueran asesinados por actos de violencia no sólo es irónico, sino también es lamentablemente característico de otros mesías de paz victimizados por la violencia a lo largo de la historia humana.
Otra destacada persona de paz, César Chávez, fundador de la United Farm Workers e inspirado campeón de los derechos humanos, afortunadamente no fue asesinado, sin embargo, sufrió ataques violentos de sus autoproclamados enemigos. César Chávez trajo a la atención de toda la nación y del mundo, la lamentable situación de los trabajadores agrícolas, cuyo trabajo incansable y su crasa explotación, ayudan a traer productos frescos, seguros y asequibles a los consumidores norteamericanos. La explotación de los trabajadores agrícolas también genero grandes ganancias para muchos productores, especialmente cuando se reducen sus costos al mantener los salarios bajos y las condiciones de trabajo apenas tolerables.
A través de su liderazgo y esfuerzo de organización, Chávez mejoró significativamente los salarios, la escolaridad, la vivienda y otras condiciones de vida para los trabajadores agrícolas de todos los antecedentes étnicos y raciales. Su ejemplo de fe, coraje, persistencia, abnegación, y compromiso con la no violencia, trajo dignidad y respeto a aquellos que trabajaban en la pobreza y el abandono.
Como nieto de un inmigrante mexicano, Chávez fue criado como un granjero, por lo cual desarrollo un profundo entendimiento y empatía por sus luchas. Se unió a la Marina a los 18 años y sirvió con distinción durante dos años y poco después de su regreso a la vida civil, dedicó su vida a organizar a los trabajadores agrícolas y protestar por tales males como el trabajo infantil.
Junto con su cofundadora, Dolores Huerta, Chávez dirigió huelgas laborales y boicots a nivel nacional que finalmente resultaron en mejoras sustanciales en las vidas de los más pobres y desposeídos trabajadores estadounidenses. Como hombre de principios intransigentes, Chávez también lideró con su ejemplo personal, viviendo de manera humilde entre sus hermanos campesinos y recibiendo un salario de subsistencia de la UFW de menos de $ 5000 al año hasta su muerte el 23 de abril de 1993.
Durante su larga trayectoria, Chávez se sometió a una de las más exigentes formas de protesta: la huelga de hambre. Su «Fast for Life» de 36 días en 1988 para protestar contra el envenenamiento por pesticidas de los trabajadores agrícolas y sus hijos, también ayudó a traer alimentos libre de contaminación a personas de todos los niveles económicos. Hacia el final de otro ayuno de 25 días que realizó en 1968 para reafirmar el compromiso de la UFW con la no violencia, el difunto senador Robert F. Kennedy se unió a Chávez en Delano, California y lo llamó «una de las figuras heroicas de nuestro tiempo».
El reconocimiento de su valiosa lucha se extendió en toda la nación y en el mundo entero. En 1991, Chávez recibió uno de los premios más importantes de México, El Águila Azteca, por sus aportaciones realizadas fuera de México y fue premiado póstumamente en 1994 con el más alto honor civil de nuestra nación, la Medalla Presidencial de la Libertad.
Numerosas escuelas, bibliotecas, parques, calles, e incluso días festivos en los estados a lo largo de nuestra nación llevan su honorable nombre. En 2014, la película biográfica de largometraje, César Chávez, con actores sobresalientes y de excelente calidad, fue lanzada y mostrada en todo el país. Ese mismo año, el presidente Barack Obama declaró que el 31 de marzo sería designado Día de Cesar Chávez como un día conmemorativo federal e instó a sus compatriotas a «observar este día con programas apropiados de servicio, comunidad y educación para honrar el legado perdurable de César Chávez». Es interesante observar que ya para el 2008, el senador Obama había hecho un llamado para honrar a Chávez con una fiesta nacional con estas palabras:
«Chávez dejó un legado como educador, ecologista y un líder de derechos civiles y su causa sigue viva. Como los trabajadores agrícolas y los trabajadores de toda América siguen luchando por un trato justo y salarios justos, encontramos fuerza en lo que César Chávez logró hace tantos años. Debemos honrarlo porque nos ha enseñado a hacer de Estados Unidos una nación más fuerte, más justa y más próspera, por eso apoyo el llamado a hacer del cumpleaños de César Chávez un día de fiesta nacional. Es hora de reconocer las contribuciones de este ícono americano a todos los esfuerzos hechos para perfeccionar nuestra unión. »
En su Oración de la Lucha de los Trabajadores Agrícolas, César Chávez escribió: «Recordemos a los que han muerto por la justicia; porque nos han dado la vida». Como ciudadanos preocupados y conscientes de cualquier nación que pretende ser una democracia, es nuestro deber no solo recordar los sacrificios de mujeres y hombres de nuestro pasado, sino también apoyar y trabajar por los principios de justicia que nos mantienen libres.
Julio Noboa
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