Plegaria por la justicia, la paz y la compasión para los inmigrantes

Fuente de Vida, envuélvenos con tu compasión para que tengamos el coraje de unirnos en un abrazo universal con opresores y oprimidos. Concédenos sabiduría para reconocer que en cada uno de nosotros reside el potencial para convertirnos en uno de ellos, y la humildad para para no negar que en ocasiones hemos sido los oprimidos y en ocasiones los opresores.

Espíritu de Vida, Misteriosa y Maravillosa Fuerza que animas todo lo existente.

A través de espacio y tiempo, animados por el ejemplo de nuestros antepasados líderes en la fe, unimos nuestros corazones con los de miles de Unitarios Universalistas a través del globo, para reanudar nuestro compromiso de actuar como testigos y agentes de cambio en pro de la paz y la justicia para todos.

Estamos viviendo en un mundo desgarrado por el temor, el odio y la violencia; recuérdanos las enseñanzas de nuestra tradición humanista que nos llaman a afirmar y promover el valor y la dignidad inherentes de cada persona. Nuestras raíces judeo-cristianas nos incitan a amar lo sagrado con todo nuestro corazón y al prójimo como a nosotros mismos. Ayúdanos a ser fieles a esas enseñanzas.

Recuérdanos también las lecciones aprendidas de nuestras tradiciones basadas en la naturaleza y en nuestra madre tierra, las cuales nos alientan a imitar su inagotable generosidad con todos los seres sin excepción.

Fuente de Vida, envuélvenos con tu compasión para que tengamos el coraje de unirnos en un abrazo universal con opresores y oprimidos. Concédenos sabiduría para reconocer que en cada uno de nosotros reside el potencial para convertirnos en uno de ellos, y la humildad para para no negar que en ocasiones hemos sido los oprimidos y en ocasiones los opresores.

Fuente de Amor, susténtanos en nuestro compromiso de trabajar por el beneficio de todos, pero especialmente por el de los trabajadores inmigrantes y sus familias. Sea que hayan vivido por décadas en los países a donde inmigraron, o que hayan llegado recientemente, miles son rebajados y estereotipados, viven en constante miedo de ser deportados, muchísimos ven sus familias destrozadas por leyes duras aplicadas injustamente y miles más trabajan largas horas despreciados e insuficientemente remunerados. Todo esto puede hastiar y agotar sus espíritus y sus cuerpos y hundirlos en el desconsuelo. Confortados con tu compasión puedan ellos nunca rendirse si no tornar su desaliento en esperanza. Puedan sus sueños por una mejor vida para sí y para sus hijos realizarse y puedan tener muy dentro la certidumbre de que por cada uno de sus opresores, existimos muchos más quienes los amamos, respetamos y apreciamos su humanidad y sus contribuciones.

Espíritu de Paz y de Justicia, ayúdanos aún en medio de nuestras ocupadas vidas a tener claro que nuestro trabajo no está terminado hasta que aquellos responsables por avanzar y proteger los derechos de los inmigrantes, lo hagan concienzuda y efectivamente. Agradecidos por cada oportunidad de estar firmes del lado del amor, trabajaremos con renovada energía y fortaleza hasta que todos los muros que nos separan se desplomen y leyes justas y compasivas guíen las autoridades y los ciudadanos en la ruta hacia la justicia, la paz y la compasión en todas las naciones. Que así sea.