Hace algunos años tuvimos una exposición en la iglesia y trajeron todo tipo de esculturas y pinturas y lo pusimos todo como muestra, y había una pieza que tenía una cita de Gandhi y muchos fueron atraídos por esa obra, se detuvieron, la contemplaron y reflexionaron sobre ella, pero no todos fueron atraídos por ella.

Durante el transcurso de la exposición alguien adjunto una nota escrita a la obra y en esa nota estaba escrito: “Seamos honestos, él está en el infierno”, ¿Gandhi esta en el infierno? ¿De veras? ¿Alguien tiene la certeza de eso y tiene la necesidad de hacérnoslo saber? ¿Solo una cantidad selecta ira al cielo mientras que billones de billones de personas arderán en el infierno? Y si ese es el caso ¿Cómo te conviertes en uno de esos pocos? ¿Será lo que crees, lo que dices, lo que haces o a quién conoces? ¿O algo que sucede en tu corazón? ¿O ser iniciado, bautizado, tomar unas clases, convertirse o nacer de nuevo? ¿Cómo es que uno pasa a ser de los “pocos”?

Entonces está la pregunta detrás de las preguntas. La verdadera pregunta es; ¿Cómo es Dios? Porque millones y millones de personas fueron instruidas en que el mensaje principal, el centro del Evangelio de Jesús, es que Dios te va a enviar al infierno a menos que creas en Jesús y por tanto lo que se enseña sutilmente es que Jesús te rescata de Dios, pero ¿Qué clase de Dios es ese del cual debemos ser rescatados? ¿Cómo puede ese Dios ser bueno? ¿Cómo se puede confiar en ese Dios? y ¿Cómo pueden ser eso “Buenas Noticias”?

Por eso es que mucha gente no quiere saber nada del cristianismo, ellos ven una larga lista de absurdos e inconsistencias y dicen: ¿Por qué quiero ser parte de eso?

Lo que creemos sobre el cielo o el infierno, es sumamente importante, porque exponemos acerca de lo que creemos que es Dios y como es Dios, pero lo que descubres en la Biblia es tan sorprendente, inesperado y hermoso, que lo que sea que se nos ha enseñado, las Buenas Noticias son mucho mejor de lo que imaginamos, la Buena Noticia es que EL AMOR PREVALECE.

Por Rob Bell

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Erudito en signos de interrogación, bastante casado con mi amada. No me gusta usar corbata ni gel. La vida me ha regalado infinitos milagros, y una suegra.
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