Reflexiones desde Cuba

Por: Jorge Espinel.

Trabajar con el Ministerio Latino me da la oportunidad de conocer a muchas personas luchando por un mundo mejor. En julio pasado visité  Cuba con la excelente guía de Jorge Vila,  Unitario Universalista  de origen cubano,  con profundas raíces en la isla.

En esta primera visita a Cuba, lo que más me impactó fue la calidez y calidad de su pueblo,: gente amable, hospitalaria…de puertas y corazones abiertos. Por diez cortos días compartimos, celebramos comimos y nos conocimos mejor aunque, desafortunadamente, no tuvimos tiempo para bailar!. Me sentí como un cubano más.

Especialmente importante fue la invitación a celebrar la unión religiosa de  Sandra y Juana* (Nombres ficticios para proteger su privacidad), un emotivo acto que  fortaleció los lazos que ya las unían y la Comunidad Unitaria Universalista Cubana honró y festejó su amor. ¡Posiblemente fue uno de los primeros actos religiosos de este tipo en Cuba!

También  hablamos largo y tendido acerca de nuestro amor común: el unitarismo universalista.  Durante esas conversaciones descubrí que algunas de las preguntas que hemos estado explorando no solo en Colombia, sino a nivel internacional, también son importantes en la isla. Preguntas de identidad: ¿Qué significa ser unitario universalista en mi contexto local?, preguntas de forma: Con recursos limitados, ¿cómo podemos organizarnos  para ser una comunidad auto-sostenible? Con tanto trabajo y tantas responsabilidades, ¿Cómo hacemos para reunirnos?  Preguntas de fondo: ¿Cómo hacemos para trabajar juntos a pesar de nuestras diferencias?  ¿Cómo reconocer a los líderes de nuestras comunidades? ¿Qué nombre\ títulos reciben?

Aunque no teníamos respuestas concretas, que no existen, nuestro mensaje a la comunidad Cubana fue rotundo: “no están solos”:   Hay personas y comunidades en muchas partes del mundo enfrentando los mismos desafíos, explorando las mismas preguntas. Nuestro compromiso con la comunidad cubana es permanecer en comunicación compartiendo nuestras experiencias y nuestros recursos. Estoy convencido  que únicamente descubriremos respuestas y fortaleza laborando unidos.

Este trabajo de colaboración y apoyo es importante porque nuestra fe nos llama a  forjar un mundo abierto e inclusivo donde otras  Sandras y otras Juanas puedan celebrar su amor abiertamente, y donde este poema, escrito para celebrar el amor entre estas dos mujeres, pueda ser compartido sin nombres ficticios:

Siempre tu blanca y cascabelera risa

Siempre la canela suave de tu piel

Siempre el estéreo latir de tu corazón

Siempre el mar entre las dos

Siempre equipajes y aeropuertos

Siempre plenos “byes” y plenos reencuentros

Siempre el diagnóstico, la operación, el médico.

Siempre la valentía y el sosiego,.

Siempre la unión de mi dios y tu folklore

Siempre la sinceridad, la armonía, la pasión

Siempre la sonrisa, la reconciliación, el perdón

Siempre, pero siempre, siempre en la cumbre del amor

Sandra