Todos nuestros propósitos de cada año nuevo son parte de nuestros sueños, los cuales, a través de la magia de la perseverancia, a través del año, algunos los vamos haciendo realidad y otros se quedan en sueños, en propósitos, pero al seguir soñando, algún día, en nuestra vida los lograremos realizar.
Diciembre, último mes del año y último mes de la primera década del siglo XXI. Como en una película, donde los espectadores sabemos que la película esta por terminar, la música va in crescendo, y el héroe o la heroína de la película están por celebrar su triunfo, para saborear las delicias de haber conseguido lo que se propusieron al iniciar el film. Los malos perdieron la lucha y todos tenemos una sonrisa en los labios. Pero antes de que podamos leer los créditos de dicha película, aparece ante nuestros ojos una última escena, donde las cosas se le complican al héroe o a la heroína y de repente un letrero que nos indica que la trama continuará.
En la vida real, los protagonistas de la película somos nosotros mismos, y los espectadores son nuestros familiares, amigos, conocidos, muchos desconocidos que se cruzan por nuestro camino y por supuesto, nosotros mismos, y la vida nos dice que nuestro film aún no termina. Cada vez que inicia un año, la mayoría de nosotros nos proponemos una serie de buenos propósitos como bajar de peso, dejar de fumar, empezar a estudiar algo o regresar a la escuela si es que la dejamos, conseguir un mejor trabajo, etc., etc. Al inicio de cada ciclo, cada uno estamos con la buena disposición de cambiar ciertas cosas que no nos gustan de nosotros mismos, o que otros nos han dicho que no esta bien o que debemos cambiar en tal o cual cosa. Todos estos son muy buenos propósitos, pero en muchas ocasiones son solo eso, buenos propósitos. Iniciamos cada año con muy buenos ánimos para cambiar nuestras vidas, pero poco a poco, vamos posponiendo esos buenos deseos por múltiples razones.
Muchos decimos un año más, mientras que otros dicen un año menos, todo depende del punto de vista en que lo veamos, un año más a nuestras vidas, un año más de experiencia o un año menos de nuestras vidas. Todo es muy relativo.
Los propósitos de año nuevo son igualmente relativos. Muchos de nosotros a veces nos sentimos frustrados por no haber llevado a cabo los propósitos que nos hicimos al comienzo de cada año, pero en lugar de hacer una lista de lo que no pudimos hacer, yo lo que hago es una lista de lo que sí logre hacer.
Al hacer un balance anual de los sueños que soñé al iniciar el año y que, si pude hacer realidad aunque sea en forma parcial, puedo tener más ánimos para continuar haciendo cosas, más alegría en lo que estoy haciendo y soñando y no me siento frustrado por todas aquellas cosas que no logre terminar o que ni siquiera empecé. William Faulkner decía: “La sabiduría suprema es tener sueños bastante grandes para no perderlos de vista mientras se persiguen”.
Todos nuestros propósitos de cada año nuevo son parte de nuestros sueños, los cuales, a través de la magia de la perseverancia a través del año, algunos los vamos haciendo realidad y otros se quedan en sueños, en propósitos, pero al seguir soñando, algún día, en nuestra vida los lograremos realizar.
El año termina, pero no terminan nuestras vidas ni las ganas de seguir tratando de hacer cosas, de visitar nuevos lugares, de conocer más personas, de leer más libros, de aprender algo nuevo, de seguir compartiendo con esta comunidad U/U sin muros lo que hemos aprendido en el camino de la vida.
Muchas personas nos dicen que, a cada uno de nosotros cuando nacemos, recibimos un libro en blanco, el cual debemos ir llenando poco a poco con nuestras alegrías, tristezas, expectativas, logros, desilusiones y experiencias, para que al final de nuestras vidas, cada uno de nosotros podamos dejar ese legado a los que nos siguen en este camino llamado vida. Por lo tanto, los invito a compartir con nosotros y con todos aquellos los que nos leen, sus ideas, sus conceptos, sus experiencias en este camino U/U. Si alguno de ustedes ha pensado alguna vez en mandarnos un artículo, no lo duden, háganlo y podemos trabajar conjuntamente para poderlo publicar en este sitio.
La vida continúa, las oportunidades de seguir adelante están enfrente de nosotros, nunca es tarde para nada. Nuestros sueños, nuestros anhelos, nuestros propósitos seguirán estando ahí, para que trabajemos con alegría en ellos hasta conseguir lo que deseamos. Si una vez fallamos, tratemos una segunda o una tercera, o una cuarta ves, o todas las veces que necesitemos empezar. La vida la tenemos por delante, no importando que edad tengamos Benjamín Franklin decía: “Las puertas de la sabiduría nunca están cerradas”. Nuestras luchas continuaran año tras año, ciclo tras ciclo, nunca terminan. Yo acostumbro a dar gracias al universo por lo que me trajo este año, por lo que me dejó el ciclo que estoy cerrando, lo cual fue más de lo que esperaba inicialmente. Ahora, ¿ustedes de qué pueden dar las gracias? ¿Cómo será su próximo ciclo? ¿Lograrán hacer realidad su próximo sueño/proyecto?
Ciclos, Experiencias, Gracias, Propósitos, Sueños
Roberto Padilla
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