“La herida y la sanación no son opuestas; son parte de la misma cosa. Son nuestras heridas las que nos permiten ser compasivos con las heridas de los demás. Son nuestras limitaciones las que nos permiten ser gentiles con las limitaciones de los demás. Es nuestra soledad la que nos ayuda a encontrar otra gente o a saber que están solos con alguna enfermedad. Creo que he servido a otros perfectamente con partes de mí que me avergonzaban” – Rachel Naomi Remen