Imagínate cómo se vería el mundo si fueras tan pequeño que los vellos del brazo de una persona te parecieran matorrales. Con esta comparación tú eres un gigante, sin razón concebible para tener miedo.
Imagínate cómo se vería el mundo si fueras tan pequeño que los vellos del brazo de una persona te parecieran matorrales. Con esta comparación tú eres un gigante, sin razón concebible para tener miedo.